23 Julio 2010
LO HICIERON. Pues sí, sin hacer un ruido, sin soltar un solo tiro, sin esgrimir un solo argumento, la fracción de regidores hizo la travesura otra vez.
VIVITO Y COLEANDO. Lo de menos ayer para el alcalde Ricardo Sheffield fue no haber concretado la salida y relevo del director de Imuvi Juan Pablo Luna que ahora anda con tanque de oxígeno político.ASÍ PARECE. Lo que debe preocuparle al inquilino de Palacio es que su pesadilla llamada José Arturo Sánchez Castellanos trae en las alforjas información que puede poner a temblar su estrategia anti-bonos de marcha.
RAZONES. Si ayer no se concretó la salida de Luna Mercado fue porque los priistas traían el antídoto jurídico para echar a perder la fiesta azul; destituir a un funcionario del nivel de Juan Pablo requería todo un proceso que no se cumplió.
ASUNTO GORDO. El problema de fondo es que en pasadas administraciones se fomentó un uso o costumbre para acordar renuncias forzadas y premiarlas con jugosas liquidaciones. Los priistas presumen un arsenal de información para acreditarlo.
LAS CONSECUENCIAS. El asunto es que lo que se pretendía consumar con Juan Pablo Luna; la liquidación de la Mayor María Guadalupe Anguiano (donde las cifras no cuadran como lo dijo el regidor Cobián) y la forma en que se dio la rescisión de contratos de empleados municipales puede traer consigo un tema preocupante para la administración.
EL PILÓN. Por si el gobierno municipal no tuviera suficiente con los frentes abiertos que tiene que atender… (Fragmento del artículo)
Miguel Zacarías / Periódico El Heraldo
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