Comparten ofrenda
28 Octubre 2010
Las ofrendas a los difuntos que hicieron integrantes de las culturas mixteca, náhuatl y purépecha, quedaron montadas en un aula de lámina que alberga a 31 alumnos de tres grados distintos, con un solo profesor de origen mixteco.
El aula es lo que reconoce la SEG como la escuela José María Morelos y Pavón.
Velas, arcos de carrizo, adornados con flores de cempasúchil, platillos de mole y papeles de colores vistieron la ceremonia ofrecida ante el féretro de “Venancio Domínguez”, por niños mixtecos de Oaxaca que radican en León.
Al final el muerto “resucitó”. Era Filiberto Toribio García, un mixteco de 10 años que salió de la caja de cartón improvisada como féretro, para asustar a sus compañeros.
El evento fue parte de las actividades con las que el profesor Pompeyo Hernández fomenta el rescate de tradiciones de los pueblos indígenas que hace años abandonaron su comunidad para instalarse en León, en busca de mejores oportunidades de vida.
“Se siente orgullo de hablar su lengua de uno, pero aprendo de los alumnos que vienen de otras culturas, trato de hacerlos convivir, que no se aíslen, aquí la escuela es chica y tengo alumnos de cuarto, quinto y sexto de primaria, todos revueltos, unos no tienen sillas”, comentó.
La ofrenda contrastó con el altar en niveles instalado por Mariana, Gustavo, Priscila, Mireya y Lupita Moloua, niños náhuatls provenientes de Veracruz que portaron sus trajes típicos para la ocasión.
En el otro extremo del salón se ubicó la ofrenda de los purépechas de Michoacán, que a diferencia de las otras culturas, tenía las velas, los platos de comida, el incienso y el pan alrededor de la tumba del difunto; también se ofrecieron 24 horas de rezos que se acostumbran en la entidad.
Giovanna Battaglia, consejera de la comunidad indígena en León, explicó que desde la semana pasada algunos indígenas comenzaron a emigrar a sus comunidades de origen para participar en la celebración del Día de Muertos, que más que una fiesta para muchos representa un rito simbólico para recordar al difunto.
Evlyn Cervantes / Periódico a.m.
http://www.am.com.mx/Nota.aspx?ID=435171
Las ofrendas a los difuntos que hicieron integrantes de las culturas mixteca, náhuatl y purépecha, quedaron montadas en un aula de lámina que alberga a 31 alumnos de tres grados distintos, con un solo profesor de origen mixteco.
El aula es lo que reconoce la SEG como la escuela José María Morelos y Pavón.
Velas, arcos de carrizo, adornados con flores de cempasúchil, platillos de mole y papeles de colores vistieron la ceremonia ofrecida ante el féretro de “Venancio Domínguez”, por niños mixtecos de Oaxaca que radican en León.
Al final el muerto “resucitó”. Era Filiberto Toribio García, un mixteco de 10 años que salió de la caja de cartón improvisada como féretro, para asustar a sus compañeros.
El evento fue parte de las actividades con las que el profesor Pompeyo Hernández fomenta el rescate de tradiciones de los pueblos indígenas que hace años abandonaron su comunidad para instalarse en León, en busca de mejores oportunidades de vida.
“Se siente orgullo de hablar su lengua de uno, pero aprendo de los alumnos que vienen de otras culturas, trato de hacerlos convivir, que no se aíslen, aquí la escuela es chica y tengo alumnos de cuarto, quinto y sexto de primaria, todos revueltos, unos no tienen sillas”, comentó.
La ofrenda contrastó con el altar en niveles instalado por Mariana, Gustavo, Priscila, Mireya y Lupita Moloua, niños náhuatls provenientes de Veracruz que portaron sus trajes típicos para la ocasión.
En el otro extremo del salón se ubicó la ofrenda de los purépechas de Michoacán, que a diferencia de las otras culturas, tenía las velas, los platos de comida, el incienso y el pan alrededor de la tumba del difunto; también se ofrecieron 24 horas de rezos que se acostumbran en la entidad.
Giovanna Battaglia, consejera de la comunidad indígena en León, explicó que desde la semana pasada algunos indígenas comenzaron a emigrar a sus comunidades de origen para participar en la celebración del Día de Muertos, que más que una fiesta para muchos representa un rito simbólico para recordar al difunto.
Evlyn Cervantes / Periódico a.m.
http://www.am.com.mx/Nota.aspx?ID=435171
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