1 Febrero 2011
La Feria de Texcoco es desordenada y pueblerina. Los negocios de comida son parroquiales y los espacios de exposición parecen de tianguis. No es posible que a nivel nacional esté mejor posicionada que la Feria de León.
La encuesta de Mitofsky sobre dónde descansar, desató la polémica: León no figura como una feria importante a nivel nacional. La Feria de Aguascalientes es la número uno, las fiestas de Octubre de Guadalajara es la número dos y la Feria del Caballo de Texcoco es la número tres. La de León ni siquiera aparece.
¿Qué está pasando con la proyección de nuestra feria?
Tenemos las mejores instalaciones (el Poliforum es de primer mundo), tenemos historia y tradición, tenemos importantes ingresos económicos y cada año llegan 5 millones de visitantes, pero no figuramos en la mente de los mexicanos.
Hemos sido conformistas.
La Feria de León es un exitazo comercial y genera importantes ganancias. De hecho los políticos se pelean por el control del Patronato de la Feria porque hay ingresos y hay vitrina en los medios de comunicación. Pero no hemos sido capaces de darle un nivel nacional o internacional. Es una auténtica feria de pueblo.
Los visitantes somos nosotros mismos. Los parientes del DF casi nunca vienen a la Feria como sí lo hacen al Rally o al Festival del Globo. Y jamás vemos por ahí a un norteamericano o a un japonés tomando fotos. No hay grandes atractivos. El palenque es muy sencillo (ni siquiera podemos traer a Juan Gabriel) y el cartel de los toros a nadie sorprende. No hay cantantes internacionales, no hay toreros asombrosos, no hay casinos y no hay espectáculos jamás vistos. ¿Entonces a qué vienen los turistas? ¿A comerse un huarache con doña Petra? ¿A comerse una manzana cubierta de caramelo? ¿A ponerse ebrio en un antro carísimo y feo? ¿A subirse a los juegos mecánicos? ¿A comprar discos piratas y artículos chinos?
No es broma. La feria de León se ha convertido en una fiesta repetitiva que no motiva a visitarla. Nosotros vamos porque es una tradición, pero terminamos diciendo que es lo mismo. No hay nada realmente atractivo. Los gobernantes tienen que reinventarla, hay que ponerle un gran gancho (como el Rally o los globos). Hay que ponerle casinos o conciertos internacionales o espectáculos mundiales. Pero hagan algo. Tenemos todo para inventar la mejor feria de México.
Pablo César Carrillo / Milenio
http://impreso.milenio.com/node/8904446