4 Noviembre 2010
DOMADOR. Pues ahora sí que literalmente el alcalde Ricardo Sheffield Padilla está decidido a meterse a la jaula de la fiera y quiere ponerle el cascabel no al gato sino al león.
EL HECHO. Y es que la secretaria del Ayuntamiento Mayra Enríquez ya lo declaró públicamente: está listo el documento que preparó el Municipio para la firma de los contratos de arrendamiento que el gobierno quiere pactar con el Unión de Curtidores y con el León.
LA NO RESPUESTA. La abogada del Ayuntamiento dijo que como no recibió observaciones de BH Capital, empresa que administra los destinos del Club León, daba como un hecho que estaban conformes con su contenido.
EL PROCESO. Esto significa que en cualquier momento el tema se sube al pleno del Ayuntamiento si es que no tiene que pasar antes por el comité de adquisiciones.
LA HISTORIA. Pero el gobierno de Ricardo Sheffield tiene que andarse con cuidado y pies de plomo porque no hay muchos antecedentes exitosos cuando las administraciones municipales se ponen rudos con el León.
NO QUIEREN SOPA, DE 2 PLATOS. Aquí el impacto a los intereses del club es doble: por un lado meter otra franquicia a un inmueble que históricamente sólo han ocupado los esmeraldas pero además quitarle la administración del estadio al club para dárselo al DIF.
EL DETONANTE. Desde luego que aquí el gobierno municipal presume un arma jurídica como gran argumento.
EN BREVE. La reciente resolución judicial a favor del Unión de Curtidores que impugnó el no cumplimiento de un contrato de arrendamiento pactado en 2008 con el anterior gobierno municipal.
LA ESTRATEGIA. Y es cierto, durante todo el proceso legal, los dueños del León simplemente se han desentendido del tema.
NO HAY. No han acudido a reuniones, no han firmado documentos, no han aceptado negociaciones.
INEVITABLE. El problema es que, les guste o no, el tema Curtidores tiene efectos jurídicos para los directivos esmeraldas.
AQUÍ TAMBIEN, LA EMBESTIDA ES TIEMPO Y CIRCUNSTANCIA
DEL OTRO LADO. Y mire las paradojas: los Batarse de quienes podrá no gustar su frialdad como directivos, su lejanía mediática y algunas actitudes pero en cuestión de pesos y centavos han sido los que más han invertido al estadio.
¿Y PORQUÉ ELLOS NO? Y de pronto, lo que no ocurrió con Roberto Zermeño, ni con Adolfo Reza, ni con Carlos Ahumada ni con Pegaso, les ocurre a ellos: llega un nuevo inquilino.
NADA SABÍAN. Y sin deberla ni temerla porque cuando los coahuilenses firmaron el contrato de arrendamiento, no sabían del otro asuntito.
POR SU CARRIL. El Municipio ha avanzado en el tema sólo con los directivos de Unión de Curtidores y a la par construye un acuerdo para que el DIF administre el estacionamiento del estadio León.
COLISIÓN. El asunto pinta para choque de trenes y el resultado es impredecible.
HIPÓTESIS. Porque el momento deportivo que vive el equipo no parece jugar a favor de la decisión de la administración Sheffield.
SU LUCHA. La franquicia de Curtidores pelea lo suyo y está en su derecho. Eso nadie lo discute.
EL PASADO. Pero hay que revisar las hemerotecas para saber qué es lo que ha ocurrido cuando el gobierno municipal ha decidido meter en cintura a los directivos esmeraldas.
MÁS VALE. En esas circunstancias, mejor nos reservamos el pronóstico. (Fragmento del Artículo)
Miguel Zacarías / El Heraldo
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