Elecciones en el ICL
21 Diciembre 2010
Un día de estos por venir, el Consejo Directivo del Instituto Cultural de León designará de entre una terna a quien ha de asumir la titularidad de la dirección de dicha organización pública responsabilizada por el H. Ayuntamiento hace 10 años para ser protagonista primordial del desarrollo cultural de León.
Desarrollo cultural que ha de ser creación, construcción y producción de la sociedad a través de organizaciones sociales y grupos preparados para ello, ya que también es de la sociedad de donde han de provenir las políticas públicas. Porque lo público no es lo gubernamental y ya, sino también y más lo ciudadano.
Tal distinción es indispensable para comenzar a concebir y visibilizar e insertar en la realidad las políticas culturales públicas que el desarrollo cultural de León requiere para ser.
José Luis García Galiano, me consta y desde hace años lo compartimos sabe de metodología participativa personalizada dialógica y educativa, esa que el desarrollo cultural exige. Sabe de promoción, de la promoción y gestión y de los vínculos que hacen falta. Esa promoción sin la cual el Instituto no sabrá que no sabe sobre el desarrollo institucional. Esta es para mí la principal razón para que José Luis García Galiano sea el elegido de la terna.
De Gastón Ortiz y de Alejandro Jiménez poco puedo opinar ya que nunca les he tratado pues en realidad llevan poco tiempo en el ámbito cultural local entendido como campo de cultivo del desarrollo cultural de León. Sin embargo, si se me permite proponer una pregunta a los tres candidatos para ayudar a saber cuál es el bueno que sea sobre tal desarrollo. Que cada uno nos diga cómo sería bajo su dirección la promoción del desarrollo cultural y cómo concibe las políticas culturales para León de (SIC)
Por eso comparto con García Galiano en que es momento de reflexión. Comenzando al seno del Consejo en torno a temas o asuntos como el tan nombrado aquí desarrollo cultural. Si lo hacen será quizás la primera ocasión en su vida que el Instituto Cultural de León se plantee a nivel Consejo Directivo tal pregunta decidido a responderla creativamente hasta concretarla en (SIC)
No he hablado con García Galiano, más cuando por teléfono lo haga abordaremos nuestra percepción y convicción de que el ICL debe comenzar a superar los criterios de valoración de su operar basados en lo cuantitativo, en número de actividades, en número de eventos, de asistentes y de cosas intrascendentes. Eso así nada más es poco fino, anacrónico, obsoleto en este campo de la educación humanista, de la creatividad comunitaria, del patrimonio cultural y su futuro.
El ICL necesita una dirección capaz de proponer procesos cualitativos que en sí mismos sean desarrollo cultural. Por supuesto que no espero que el Consejo solo sea el responsable de conceptualizar y proyectar el desarrollo cultural de León. Todo lo contrario, pienso que esta es una oportunidad para abrirse ante la sociedad a fin de buscar y encontrar con Ella la respuesta, las respuestas. Y para ello es necesario un líder que conjunte a más líderes, porque sabe de qué se trata esto de la diversidad creativa.
Y como hemos visto, hay mucha gente con experiencia de años en el campo de lo cultural, al pendiente del proceso de elección de director del ICL. El Consejo Directivo sabrá dar muestra de su honorabilidad política, compromiso ético ciudadano y competencias estratégicas haciendo lo justo, conveniente, bueno y necesario al momento de decidir. Muchos sabemos que hacerlo es una oportunidad magnífica para sepultar en el pasado de una vez para siempre la práctica del dedazo, del amiguismo, de la imposición.
Además, como bien apunta Carlos Hugo, José Luis “es el candidato que mejor conoce la para municipal”, y esto no puede no tomarse en consideración sin dejar de lado la sensatez, sin menospreciar la memoria y la identidad. No hay mucho que pensarle para no errar.
Y bien estimado Consejo Directivo del ICL, apuesto a que con su decisión y designación el ICL y con él León, habrán dando un salto para cambiar como lo esperan quienes de esto si saben, porque lo viven: desde promotores culturales sin mucho estudio hasta maestros y doctores, y por supuesto incontables creadores y productores de arte, cultivadores de la cultura de los barrios y las comunidades urbanas y rurales, guardianes de la memoria, animadores, educadores, historiadores y ciudadanos que valoran y aprecian nuestro Patrimonio Cultural. De eso se trata. Les saludo cordialmente.
José Manuel Solórzano / Milenio
http://impreso.milenio.com/node/8884677
Un día de estos por venir, el Consejo Directivo del Instituto Cultural de León designará de entre una terna a quien ha de asumir la titularidad de la dirección de dicha organización pública responsabilizada por el H. Ayuntamiento hace 10 años para ser protagonista primordial del desarrollo cultural de León.
Desarrollo cultural que ha de ser creación, construcción y producción de la sociedad a través de organizaciones sociales y grupos preparados para ello, ya que también es de la sociedad de donde han de provenir las políticas públicas. Porque lo público no es lo gubernamental y ya, sino también y más lo ciudadano.
Tal distinción es indispensable para comenzar a concebir y visibilizar e insertar en la realidad las políticas culturales públicas que el desarrollo cultural de León requiere para ser.
José Luis García Galiano, me consta y desde hace años lo compartimos sabe de metodología participativa personalizada dialógica y educativa, esa que el desarrollo cultural exige. Sabe de promoción, de la promoción y gestión y de los vínculos que hacen falta. Esa promoción sin la cual el Instituto no sabrá que no sabe sobre el desarrollo institucional. Esta es para mí la principal razón para que José Luis García Galiano sea el elegido de la terna.
De Gastón Ortiz y de Alejandro Jiménez poco puedo opinar ya que nunca les he tratado pues en realidad llevan poco tiempo en el ámbito cultural local entendido como campo de cultivo del desarrollo cultural de León. Sin embargo, si se me permite proponer una pregunta a los tres candidatos para ayudar a saber cuál es el bueno que sea sobre tal desarrollo. Que cada uno nos diga cómo sería bajo su dirección la promoción del desarrollo cultural y cómo concibe las políticas culturales para León de (SIC)
Por eso comparto con García Galiano en que es momento de reflexión. Comenzando al seno del Consejo en torno a temas o asuntos como el tan nombrado aquí desarrollo cultural. Si lo hacen será quizás la primera ocasión en su vida que el Instituto Cultural de León se plantee a nivel Consejo Directivo tal pregunta decidido a responderla creativamente hasta concretarla en (SIC)
No he hablado con García Galiano, más cuando por teléfono lo haga abordaremos nuestra percepción y convicción de que el ICL debe comenzar a superar los criterios de valoración de su operar basados en lo cuantitativo, en número de actividades, en número de eventos, de asistentes y de cosas intrascendentes. Eso así nada más es poco fino, anacrónico, obsoleto en este campo de la educación humanista, de la creatividad comunitaria, del patrimonio cultural y su futuro.
El ICL necesita una dirección capaz de proponer procesos cualitativos que en sí mismos sean desarrollo cultural. Por supuesto que no espero que el Consejo solo sea el responsable de conceptualizar y proyectar el desarrollo cultural de León. Todo lo contrario, pienso que esta es una oportunidad para abrirse ante la sociedad a fin de buscar y encontrar con Ella la respuesta, las respuestas. Y para ello es necesario un líder que conjunte a más líderes, porque sabe de qué se trata esto de la diversidad creativa.
Y como hemos visto, hay mucha gente con experiencia de años en el campo de lo cultural, al pendiente del proceso de elección de director del ICL. El Consejo Directivo sabrá dar muestra de su honorabilidad política, compromiso ético ciudadano y competencias estratégicas haciendo lo justo, conveniente, bueno y necesario al momento de decidir. Muchos sabemos que hacerlo es una oportunidad magnífica para sepultar en el pasado de una vez para siempre la práctica del dedazo, del amiguismo, de la imposición.
Además, como bien apunta Carlos Hugo, José Luis “es el candidato que mejor conoce la para municipal”, y esto no puede no tomarse en consideración sin dejar de lado la sensatez, sin menospreciar la memoria y la identidad. No hay mucho que pensarle para no errar.
Y bien estimado Consejo Directivo del ICL, apuesto a que con su decisión y designación el ICL y con él León, habrán dando un salto para cambiar como lo esperan quienes de esto si saben, porque lo viven: desde promotores culturales sin mucho estudio hasta maestros y doctores, y por supuesto incontables creadores y productores de arte, cultivadores de la cultura de los barrios y las comunidades urbanas y rurales, guardianes de la memoria, animadores, educadores, historiadores y ciudadanos que valoran y aprecian nuestro Patrimonio Cultural. De eso se trata. Les saludo cordialmente.
José Manuel Solórzano / Milenio
http://impreso.milenio.com/node/8884677
Etiquetas:
Instituto Cultural de León