2 Junio 2011
Pese a la resistencia de habitantes de los pueblos Temacapulín, Acasico y Palmarejo, la presa del Zapotillo será edificada, fueron las palabras tajantes de Juan Marcos Gutiérrez, subsecretario de Gobernación, dentro de la última mesa de diálogo y resolutiva para llegar a un punto de acuerdo entre autoridades federales y pobladores, quienes continúan en su postura de no dejar sus hogares.
La determinación por parte de las autoridades, alentó la decisión de hacer un movimiento nacional, incluso, de pedir el apoyo de organizaciones internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, según lo anunció el sacerdote y vocero del Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo, Gabriel Espinosa Íñiguez.
Ayer, en el Centro de Convenciones Olimpo, localizado en el municipio Tepatitlán, por casi dos horas, el director general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), José Luis Luege Tamargo, así como el subsecretario de Gobernación, Juan Marcos Gutiérrez González, dijeron a los pobladores los beneficios de la construcción de la presa, donde se les explicó a más de 50 asistentes que, también serían beneficiados con el turismo que genere El Zapotillo, sin embargo, los habitantes rechazaron la oferta con el argumento de que, han sido violados sus derechos, además de ser engañados y que no buscaban un beneficio económico.
La lucha que han mantenido los pobladores por más de cinco años, y tras 40 horas de mesas de trabajo, se contemplaba que ayer, las autoridades y pobladores llegaran a un acuerdo definitivo que beneficiara a ambas partes, pero ciudadanos y funcionarios continuaron en su postura, sin llegar a una solución.
Sólo de palabra, resolución del INAH
Dentro de los intervalos de diez minutos que otorgaron autoridades para que los inconformes manifestaran sus preocupaciones, habitantes aprovecharon para recordar a los representantes del gobierno los resultados que se dieron a conocer el jueves, derivado del estudio que realizó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), donde arrojaron que la edificación de la presa El Zapotillo, destruiría el patrimonio histórico, cuyo valor es de interés manifiesto de sus habitantes, y su conservación es responsabilidad del estado mexicano y de interés de la nación.
Ante esto, el director general de la Conagua, dijo que reconoce y acata las recomendaciones del INAH, aunque de inmediato le dio un giro al tema, y alegó que ante los cambios climáticos que se viven, las zonas naturales son propensas al cambio y éste es uno de ellos que dotará de agua a más de 2.5 millones de habitantes de Jalisco, Guanajuato y León.
"Sabemos el daño y las molestias que estamos generando, pero estamos trabajando desde el punto de vista técnico en la edificación de la obra", puntualizó. Cerca de las 13:30 horas, concluyó la mesa resolutiva de diálogo, donde el golpe final lo dio el subsecretario de Gobernación, Juan Marcos Gutiérrez González, "las diferencias hay que resolverlas de manera legal y esta es una obra que ha de continuar", se levantó de su silla en compañía de cinco servidores públicos quienes se dirigieron al salón Atenas, para fortalecer su postura ante los medios de comunicación y externar que continuará la construcción de la presa.
Se calientan los ánimos
Mientras autoridades de gobierno federal, externaban sus puntos de vista, fueron constantemente interrumpidos por los habitantes de los pueblos, quienes los tacharon de mentirosos, violadores de los derechos humanos y corruptos, es por ello que, en constantes ocasiones, Juan Marcos Gutiérrez, pidió que de forma pacífica se realizara la mesa resolutiva.
La impotencia invadía a los habitantes, quienes en vez de plantear preguntas y exigir respuestas, externaron una serie de reproches.
Espinosa Íñiguez, dijo sentirse decepcionado por la prepotencia de las autoridades, quienes no estuvieron a la altura para abrirse al diálogo, pues sólo fueron a externarles la respuesta que han obtenido desde el primer día de diálogo, que la obra de construcción seguirá su curso.
Redacción / Correo
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