Agreden a estudiantes
6 Julio 2011
El acoso a alumnos afuera de las escuelas ya se convirtió en el pan de todos los días. La frecuencia de asaltos y golpes a jóvenes ya obligaron a los directores a llevar una bitácora de violencia para registrar las denuncias.
La bitácora de violencia
Como en el Ministerio Público y en la Policía, en algunas escuelas secundarias los directores llevan un registro de ‘averiguaciones previas’ donde anotan los accidentes que les pasan a los alumnos cuando van o vienen de la escuela.
Robos, asaltos, agresiones e intentos de abuso enlistan los cuadernos que relatan detalle a detalle los hechos. A la semana hay 1 ó 2 nuevos.
Según cuenta Lucía Robles Rodríguez, directora de la escuela Secundaria Técnica número 58 en la colonia San Pedro Plus, las agresiones aumentaron en los últimos 2 años.
“Son mínimo una vez a la semana, a algún estudiante le pasa algo y es cuando la Policía viene unos 15 días seguidos y se va y otra vez nos quedamos igual. Estamos en riesgo todos, la zona en la que está la escuela no es confiable”.
El 11 de mayo, afuera de la técnica 58, Cristian Arnulfo Barrientos Arias, de 15 años, fue asesinado. El estudiante de la telesecundaria 8 murió cuando unos ladrones le robaron el celular y lo ‘picaron’.
La semana pasada otro joven también fue agredido. Cuando iba subiendo al camión, un jovencito lo jaló de la mochila y le mordió la oreja para quitarle el celular. Huyó del lugar y ya no lo vieron.
“Llegó sangrando aquí a la escuela y me dijo que otro muchacho le había hecho eso, que le había quitado el celular. Casi siempre son jovencitos (menores de edad) los mismos que asaltan a los estudiantes de aquí”.
Caminan juntos para evitar robos
En la escuela Cecyteg de la colonia León I, los estudiantes saben que nadie puede caminar por la calle Paulino Durán cuando anochece. Los chavos banda se acercan a ellos y les quitan lo que traigan en las bolsas del pantalón y en la mochila.
Lo mismo ocurre en la colonia Las Mandarinas. Quienes suben la lomita detrás de la Escuela Técnica 39 caminando, corren el peligro de ser asaltados o golpeados por los pandilleros de la zona.
Cuando los estudiantes terminan clases, caminan como muéganos. Nadie se separa del grupo si no quieren ser asaltados, mucho menos en la noche.
“La Policía nos apoya mucho cuando tenemos un problema, pero los papás son los que nos deberían echar la mano. Ahorita han aumentado los problemas, pero gracias a Dios desde que ocurrió lo del jovencito que mataron los papás ya pusieron más atención. En la mañana ya hay hasta 50 papás con sus hijos”, dijo Hermenegildo Baeza Aguayo, director de la Secundaria 10 en la colonia Los Ángeles II.
Detienen a menores por molestar gente
José Luis Castillo Morales, director de operaciones de la Policía Municipal, informó que el 50% de los jóvenes de entre 12 y 18 años que detiene la Policía Municipal es por riña, la segunda razón es por molestar a la gente.
Dijo que vigilan diariamente las escuelas de día, para la tarde o noche, los oficiales solamente van a los planteles que se reportan en zonas de peligro.
“Nuevo León, San Miguel, Los Olivos, La Piscina, Los Ángeles, Las joyas y demás son foquitos rojos que tenemos por ahí donde estamos trabajando y entrevistándonos con los directores para acordar la vigilancia”.
Cuando los agresores de estudiantes son detenidos, llegan a los separos de Policía al área de menores, un lugar aparte del resto de los detenidos.
Después pasan con un árbitro calificador y todos pagan multa, excepto los menores de 12 años, esos sólo reciben un regaño.
Los que cometieron delitos son puestos a disposición del Ministerio Público, donde se les aplica la Ley de Justicia para Adolescentes.
Los jóvenes de entre 12 a 18 años pasan por un trámite especializado de reintegración social y familiar. Tienen que aprobar pruebas psicológicas, médicas y educativas. A diferencia de los adultos, los menores sólo tienen que cumplir con el tratamiento.
“El problema (de agresiones afuera de las escuelas) se presenta notablemente en secundarias. No hay una estadística de quejas o de reportes específicos, pero reconocemos que es una edad evolutiva en la que más se requiere el acompañamiento del padre de familia con sus hijos”, dijo Francisco Zavala Ramírez, delegado de SEG.
Y dijo que no es cuestión de la Policía que ocurran atracos contra los alumnos, sino de los mismos padres de familia porque mientras los estudiantes caminen solos a la escuela, seguirán los problemas.
“Sobre todo que acompañen a sus hijos, que dialoguen con ellos de tal manera que sea la reflexión del padre de familia lo que lleve al adolescente a evitar conductas antisociales o conductas de riesgo. Es una buena práctica que tenemos que estimular para que se incremente el acompañamiento de los padres de familia a nuestros alumnos”.
El 2 de marzo de 2011
Una estudiante de 15 años que va en tercero de secundaria sufrió un intento de abuso cuando caminaba a la escuela; a unas casas antes de llegar a la entrada, un hombre casi desnudo intentó a la fuerza subirla a su coche.
Asustada, con temblor en las manos, sudando frío y con el pelo alborotado platicó lo que pasó. En la oficina del director todos escucharon lo que ella con temor revivió para platicarles. Todo su ‘infierno’ quedó escrito en una averiguación previa escolar en su escuela secundaria.
“Un señor de unos 30 años de edad llevaba camisa blanca sin pantalones ni canzolcillos se bajó de un carro y me pidió que le prestara una pluma para anotar un domicilio, pero al ver que (él) no traía nada le corrí y me jaló con intención de subirme a su carro pero no sé de dónde saqué fuerzas y me zafé”, cita la averiguación.
El hombre no fue detenido, cuando la Policía llegó ya se había ido.
Desde entonces la estudiante camina con miedo a la escuela, teme que la vuelvan a jalar del brazo y someterla, teme que esta vez no le salgan fuerzas para zafarse.
Finales de marzo de 2011
Un estudiante de secundaria de 15 años caminaba solo a la escuela cuando un jovencito de aproximadamente 17 años lo golpeó porque supuestamente se le quedó “viendo feo”.
Vestía con una venda en la cabeza, un pantalón azul marino, una playera blanca y una sudadera negra holgada.
Según la averiguación, el estudiante cuenta que su agresor le pegó porque “le tenía coraje de que se le quedaba viendo. Sacó un objeto de su bolsa del pantalón y me golpeó con ella, me lanzó una patada y me tiró al suelo”.
El jovencito logró escaparse cuando una madre de familia intercedió y él pudo correr a su salón. El joven de 17 años fue identificado por otras estudiantes como el que había robado sus carteras en días pasados, después fue detenido y llevado a los separos de la Policía.
19 de noviembre de 2010
Un joven estudiante de 15 años salió de la escuela a las 8:30 de la noche rumbo a su casa, pero no avanzó ni una cuadra cuando 7 jóvenes lo acorralaron y lo golpearon.
Le pidieron dinero para comprar unas ‘chelas’, pero como no traía ni un peso en la bolsa fue golpeado hasta quedar en el piso con la ropa arrugada y la boca y nariz sangrando.
“Cuando lo dejaron de golpear (el estudiante) pidió dinero prestado para llamar por teléfono público a su papá”.
Gladys Solís / a.m.
http://www.am.com.mx/Nota.aspx?ID=486712
El acoso a alumnos afuera de las escuelas ya se convirtió en el pan de todos los días. La frecuencia de asaltos y golpes a jóvenes ya obligaron a los directores a llevar una bitácora de violencia para registrar las denuncias.
La bitácora de violencia
Como en el Ministerio Público y en la Policía, en algunas escuelas secundarias los directores llevan un registro de ‘averiguaciones previas’ donde anotan los accidentes que les pasan a los alumnos cuando van o vienen de la escuela.
Robos, asaltos, agresiones e intentos de abuso enlistan los cuadernos que relatan detalle a detalle los hechos. A la semana hay 1 ó 2 nuevos.
Según cuenta Lucía Robles Rodríguez, directora de la escuela Secundaria Técnica número 58 en la colonia San Pedro Plus, las agresiones aumentaron en los últimos 2 años.
“Son mínimo una vez a la semana, a algún estudiante le pasa algo y es cuando la Policía viene unos 15 días seguidos y se va y otra vez nos quedamos igual. Estamos en riesgo todos, la zona en la que está la escuela no es confiable”.
El 11 de mayo, afuera de la técnica 58, Cristian Arnulfo Barrientos Arias, de 15 años, fue asesinado. El estudiante de la telesecundaria 8 murió cuando unos ladrones le robaron el celular y lo ‘picaron’.
La semana pasada otro joven también fue agredido. Cuando iba subiendo al camión, un jovencito lo jaló de la mochila y le mordió la oreja para quitarle el celular. Huyó del lugar y ya no lo vieron.
“Llegó sangrando aquí a la escuela y me dijo que otro muchacho le había hecho eso, que le había quitado el celular. Casi siempre son jovencitos (menores de edad) los mismos que asaltan a los estudiantes de aquí”.
Caminan juntos para evitar robos
En la escuela Cecyteg de la colonia León I, los estudiantes saben que nadie puede caminar por la calle Paulino Durán cuando anochece. Los chavos banda se acercan a ellos y les quitan lo que traigan en las bolsas del pantalón y en la mochila.
Lo mismo ocurre en la colonia Las Mandarinas. Quienes suben la lomita detrás de la Escuela Técnica 39 caminando, corren el peligro de ser asaltados o golpeados por los pandilleros de la zona.
Cuando los estudiantes terminan clases, caminan como muéganos. Nadie se separa del grupo si no quieren ser asaltados, mucho menos en la noche.
“La Policía nos apoya mucho cuando tenemos un problema, pero los papás son los que nos deberían echar la mano. Ahorita han aumentado los problemas, pero gracias a Dios desde que ocurrió lo del jovencito que mataron los papás ya pusieron más atención. En la mañana ya hay hasta 50 papás con sus hijos”, dijo Hermenegildo Baeza Aguayo, director de la Secundaria 10 en la colonia Los Ángeles II.
Detienen a menores por molestar gente
José Luis Castillo Morales, director de operaciones de la Policía Municipal, informó que el 50% de los jóvenes de entre 12 y 18 años que detiene la Policía Municipal es por riña, la segunda razón es por molestar a la gente.
Dijo que vigilan diariamente las escuelas de día, para la tarde o noche, los oficiales solamente van a los planteles que se reportan en zonas de peligro.
“Nuevo León, San Miguel, Los Olivos, La Piscina, Los Ángeles, Las joyas y demás son foquitos rojos que tenemos por ahí donde estamos trabajando y entrevistándonos con los directores para acordar la vigilancia”.
Cuando los agresores de estudiantes son detenidos, llegan a los separos de Policía al área de menores, un lugar aparte del resto de los detenidos.
Después pasan con un árbitro calificador y todos pagan multa, excepto los menores de 12 años, esos sólo reciben un regaño.
Los que cometieron delitos son puestos a disposición del Ministerio Público, donde se les aplica la Ley de Justicia para Adolescentes.
Los jóvenes de entre 12 a 18 años pasan por un trámite especializado de reintegración social y familiar. Tienen que aprobar pruebas psicológicas, médicas y educativas. A diferencia de los adultos, los menores sólo tienen que cumplir con el tratamiento.
“El problema (de agresiones afuera de las escuelas) se presenta notablemente en secundarias. No hay una estadística de quejas o de reportes específicos, pero reconocemos que es una edad evolutiva en la que más se requiere el acompañamiento del padre de familia con sus hijos”, dijo Francisco Zavala Ramírez, delegado de SEG.
Y dijo que no es cuestión de la Policía que ocurran atracos contra los alumnos, sino de los mismos padres de familia porque mientras los estudiantes caminen solos a la escuela, seguirán los problemas.
“Sobre todo que acompañen a sus hijos, que dialoguen con ellos de tal manera que sea la reflexión del padre de familia lo que lleve al adolescente a evitar conductas antisociales o conductas de riesgo. Es una buena práctica que tenemos que estimular para que se incremente el acompañamiento de los padres de familia a nuestros alumnos”.
El 2 de marzo de 2011
Una estudiante de 15 años que va en tercero de secundaria sufrió un intento de abuso cuando caminaba a la escuela; a unas casas antes de llegar a la entrada, un hombre casi desnudo intentó a la fuerza subirla a su coche.
Asustada, con temblor en las manos, sudando frío y con el pelo alborotado platicó lo que pasó. En la oficina del director todos escucharon lo que ella con temor revivió para platicarles. Todo su ‘infierno’ quedó escrito en una averiguación previa escolar en su escuela secundaria.
“Un señor de unos 30 años de edad llevaba camisa blanca sin pantalones ni canzolcillos se bajó de un carro y me pidió que le prestara una pluma para anotar un domicilio, pero al ver que (él) no traía nada le corrí y me jaló con intención de subirme a su carro pero no sé de dónde saqué fuerzas y me zafé”, cita la averiguación.
El hombre no fue detenido, cuando la Policía llegó ya se había ido.
Desde entonces la estudiante camina con miedo a la escuela, teme que la vuelvan a jalar del brazo y someterla, teme que esta vez no le salgan fuerzas para zafarse.
Finales de marzo de 2011
Un estudiante de secundaria de 15 años caminaba solo a la escuela cuando un jovencito de aproximadamente 17 años lo golpeó porque supuestamente se le quedó “viendo feo”.
Vestía con una venda en la cabeza, un pantalón azul marino, una playera blanca y una sudadera negra holgada.
Según la averiguación, el estudiante cuenta que su agresor le pegó porque “le tenía coraje de que se le quedaba viendo. Sacó un objeto de su bolsa del pantalón y me golpeó con ella, me lanzó una patada y me tiró al suelo”.
El jovencito logró escaparse cuando una madre de familia intercedió y él pudo correr a su salón. El joven de 17 años fue identificado por otras estudiantes como el que había robado sus carteras en días pasados, después fue detenido y llevado a los separos de la Policía.
19 de noviembre de 2010
Un joven estudiante de 15 años salió de la escuela a las 8:30 de la noche rumbo a su casa, pero no avanzó ni una cuadra cuando 7 jóvenes lo acorralaron y lo golpearon.
Le pidieron dinero para comprar unas ‘chelas’, pero como no traía ni un peso en la bolsa fue golpeado hasta quedar en el piso con la ropa arrugada y la boca y nariz sangrando.
“Cuando lo dejaron de golpear (el estudiante) pidió dinero prestado para llamar por teléfono público a su papá”.
Gladys Solís / a.m.
http://www.am.com.mx/Nota.aspx?ID=486712
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