Hay tensión entre curtidores y SAPAL
5 Febrero 2010
Debido a la negación constante de algunos curtidores para reubicar sus procesos húmedos, el día de ayer SAPAL acudió a la tenería Pieles y Maquilas para clausurar el drenaje, por lo que aproximadamente 60 personas; entre trabajadores, esposas e hijos, se apostaron afuera del lugar para evitar los trabajos.
Los más gritones en la manifestación fueron los niños, quienes con pancartas en mano y pulmones nuevos, gritaban fuertes consignas contra SAPAL.
“SAPAL no eres bienvenido”, “Dejen trabajar a mi papá” o “Tenemos hambre” eran los gritos que expresaban los niños, mientras sus madres los motivaban a seguir.
Los trabajadores de esta tenería aseguraban que el personal de SAPAL trató a las personas de manera prepotente y aseguraron que no dejarían que cerraran su lugar de trabajo.
En la oficina del dueño de la empresa, éste sostenía una reunión con representantes del municipio y de SAPAL, con quienes se firmó un convenio para continuar trabajando, pero bajo la promesa de reubicar sus procesos.
En entrevista posterior a su reunión con los funcionarios, José Arenas, dueño de la tenería, aseguró que SAPAL lo obligó a firmar el convenio, al indicarle que sólo tenía un lapso de tiempo para reubicar la tenería.
“Sí, más que nada esto es obligado, la verdad es que sí”, enfatizó el patrón de Curtidos y Maquilas, “nada más tengo algunos meses para seguir con el proceso y después ya nada más será la mitad del proceso”, añadió. El lapso que tiene José Arenas es para el 31 de mayo del 2011.
Sin embargo, el mismo dueño reconoció que el argumento de SAPAL es el de evitar la contaminación del agua, ya que para los procesos húmedos con los que se curte la piel, se utilizan químicos a base de cromo y otras sustancias tóxicas, las cuales van al drenaje de la ciudad y contribuyen a la contaminación y vuelven más difícil el proceso de tratamiento de aguas.
Según un comunicado de SAPAL, no se busca cerrar tenerías o dejar a los curtidores sin empleo, simplemente que el proceso húmedo se reubique a los lugares diseñados exclusivamente para poder desagüar los líquidos contaminantes sin que afecten el drenaje urbano, en el mismo comunicado se explica que las tenerías dentro de la manchar urbana no cerrarán si reubican sus procesos húmedos, ya que ahí podrán realizar el recurtido, teñido, engrase y acabado en seco, para contaminar lo menos posible.
Los curtidores que se manifestaron acusaron al alcalde Ricardo Sheffield de prepotente
“¿Cuántos años llevamos aquí?, ¿quién se ha muerto por esto?”, decían entre sí un grupo de molestos curtidores.
Al salir de la oficina del dueño, dos empleados de SAPAL fueron abucheados por los curtidores y los sacaron de la tenería entre gritos e insultos.
“¿Ustedes van a mantener a nuestros hijos?, ¿Ustedes van a comprarles el uniforme?”, les recriminaban, los manifestantes.
Según lo que platicó una empleada de SAPAL, las tenerías a las que se les ha clausurado el agua o el drenaje, han sido por deber grandes de dinero por concepto de pago de este servicio o por haberse negado más de tres veces a cambiar los procesos húmedos.
Claves La controversia
Lo que se busca es remover los procesos húmedos en los que se utilizan productos a base sustancias altamente contaminantes.
De las 700 tenerías de la ciudad, más de 500 han removido sus procesos húmedos. Los lugares que se han clausurado ha sido por negarse hasta 10 veces a mudarlos.
Yadira Moreno / Milenio
http://impreso.milenio.com/node/8906983
Debido a la negación constante de algunos curtidores para reubicar sus procesos húmedos, el día de ayer SAPAL acudió a la tenería Pieles y Maquilas para clausurar el drenaje, por lo que aproximadamente 60 personas; entre trabajadores, esposas e hijos, se apostaron afuera del lugar para evitar los trabajos.
Los más gritones en la manifestación fueron los niños, quienes con pancartas en mano y pulmones nuevos, gritaban fuertes consignas contra SAPAL.
“SAPAL no eres bienvenido”, “Dejen trabajar a mi papá” o “Tenemos hambre” eran los gritos que expresaban los niños, mientras sus madres los motivaban a seguir.
Los trabajadores de esta tenería aseguraban que el personal de SAPAL trató a las personas de manera prepotente y aseguraron que no dejarían que cerraran su lugar de trabajo.
En la oficina del dueño de la empresa, éste sostenía una reunión con representantes del municipio y de SAPAL, con quienes se firmó un convenio para continuar trabajando, pero bajo la promesa de reubicar sus procesos.
En entrevista posterior a su reunión con los funcionarios, José Arenas, dueño de la tenería, aseguró que SAPAL lo obligó a firmar el convenio, al indicarle que sólo tenía un lapso de tiempo para reubicar la tenería.
“Sí, más que nada esto es obligado, la verdad es que sí”, enfatizó el patrón de Curtidos y Maquilas, “nada más tengo algunos meses para seguir con el proceso y después ya nada más será la mitad del proceso”, añadió. El lapso que tiene José Arenas es para el 31 de mayo del 2011.
Sin embargo, el mismo dueño reconoció que el argumento de SAPAL es el de evitar la contaminación del agua, ya que para los procesos húmedos con los que se curte la piel, se utilizan químicos a base de cromo y otras sustancias tóxicas, las cuales van al drenaje de la ciudad y contribuyen a la contaminación y vuelven más difícil el proceso de tratamiento de aguas.
Según un comunicado de SAPAL, no se busca cerrar tenerías o dejar a los curtidores sin empleo, simplemente que el proceso húmedo se reubique a los lugares diseñados exclusivamente para poder desagüar los líquidos contaminantes sin que afecten el drenaje urbano, en el mismo comunicado se explica que las tenerías dentro de la manchar urbana no cerrarán si reubican sus procesos húmedos, ya que ahí podrán realizar el recurtido, teñido, engrase y acabado en seco, para contaminar lo menos posible.
Los curtidores que se manifestaron acusaron al alcalde Ricardo Sheffield de prepotente
“¿Cuántos años llevamos aquí?, ¿quién se ha muerto por esto?”, decían entre sí un grupo de molestos curtidores.
Al salir de la oficina del dueño, dos empleados de SAPAL fueron abucheados por los curtidores y los sacaron de la tenería entre gritos e insultos.
“¿Ustedes van a mantener a nuestros hijos?, ¿Ustedes van a comprarles el uniforme?”, les recriminaban, los manifestantes.
Según lo que platicó una empleada de SAPAL, las tenerías a las que se les ha clausurado el agua o el drenaje, han sido por deber grandes de dinero por concepto de pago de este servicio o por haberse negado más de tres veces a cambiar los procesos húmedos.
Claves La controversia
Lo que se busca es remover los procesos húmedos en los que se utilizan productos a base sustancias altamente contaminantes.
De las 700 tenerías de la ciudad, más de 500 han removido sus procesos húmedos. Los lugares que se han clausurado ha sido por negarse hasta 10 veces a mudarlos.
Yadira Moreno / Milenio
http://impreso.milenio.com/node/8906983
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