5 Febrero 2010
La Dirección de Medio Ambiente advirtió sobre los problemas relacionados con los centros clandestinos de acopio de botellas de tereftalato de polietileno (PET, por sus siglas en inglés), pues representan focos de infección y un impacto ambiental para la ciudad.
Aunque existen sanciones, pocas veces se aplican, sobre todo por la incapacidad de las autoridades para ubicar estos negocios.
José López Araiza, director de Medio Ambiente, dijo que "los centros de acopio (de PET) se han convertido en un problema para la ciudad, porque más tardas en quitar uno cuando ya surge el otro, es parte del subempleo".
El funcionario admitió que no se tiene orden sobre el impacto medio ambiental que causan estos centros.
En la ciudad sólo hay 10 empresas registradas que se dedican al acopio de PET para comercialización.
La dependencia ha iniciado procedimientos juídico-administrativos a fin de revisar los centros y confirmar que estén regularizados para, de lo contrario, proceder a la clausura del negocio.
López Araiza indicó que el problema se acrecienta cuando los recolectores clandestinos migran a otros terrenos, sobre todo en la periferia; aunque también hay casos en el centro de la ciudad, donde se almacena el PET en casas-habitación.
ÉNFASIS
Para que un centro de acopio de PET cuente con una licencia, debe cumplir medidas ecológicas y de seguridad, y con un permiso de uso de suelo y condiciones de amortiguamiento para su trabajo.
Debe garantizar no afectar el subsuelo.
Elihú Ojeda / Correo
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